Por: Dagoberto Férez Molina
Los habitantes de La otrora denominada “Ciudad promesa de Colombia “hoy en día viven y padecen un presente angustioso en materia de los servicios públicos de agua, energía, aseo, telefonía, que cada vez más, aumentan en su deficiencia, pero suben como globos la facturación mensual sin ninguna consideración.
El decir popular que Aguachica tiene los servicios públicos domiciliarios más caros en comparación con otras ciudades del país, no es una exageración ni tampoco una incongruencia, por el contrario una verdad sin cortapisa y lo que está sucediendo con la energía es un ejemplo palpable de un incremento tarifario desbordado y preocupante.
Los usuarios de ese servicio en Aguachica pagan un alumbrado público deficiente muy costoso y que para colmo de males a todos los sectores no llega de manera total sino parcial.-Tambié es muy alto ese servicio a nivel domiciliario.
De nada sirve poner en practica planes de ahorro en cada hogar, utilizando solamente una bombilla, evitando prender el televisor para ver los programas favoritos, desconectando la nevera por una hora diaria y disminuyendo el uso de otros electrodomésticos.- Se ahorre o no, la facturación sigue llegando mensualmente más costosa, provocando angustia y hasta estrés en muchos ciudadanos que ven mermadas sus posibilidades económicas por que el salario que ganan se va en pagar los recibos de los servicios públicos.
Quien lo creyera, en estos tiempos en que la tecnología avanza a pasos agigantados, una iguana paralizó todo un sistema eléctrico y provocó un apagón y una emergencia energética de grandes proporciones afectando a dos municipios del Sur del Cesar y a otro del Sur de Bolívar, dejando de paso, millonarias pérdidas económicas en todos los sectores comerciales, industriales y productivos de la región.
El aseo es otro de los servicios que viene causando malestar en la comunidad por el desbordamiento de las tarifas por la recolección de las basuras.
Los usuarios constantemente se quejan por las emisoras locales que les cobran el barrido sin estarlo recibiendo y la empresa responde que por un solo ciudadano que arroje así sea un papel en la vía pública, pagan todos; por otro lado ya no se ven en importantes sectores de la ciudad al número de escobitas que Aseo Urbano comenzó utilizando cuando inició labores y las bolsas conteniendo basuras, sus operarios la siguen acumulando en sitios escogidos para luego pasar a retirarlas en horas de la noche, situación que provoca el malestar ciudadano.
El agua, ese preciado líquido tan vital para la vida humana, la de los animales y la misma naturaleza, cada vez escasea más como consecuencia de la acción depredadora de personas sin escrúpulos que muy poco les importa dejar a sus hijos y nietos por herencia, unos recursos naturales destruidos, contribuyendo más bien al calentamiento global que ya nos está afectando a todos en el mundo que Dios creó y que no hemos sabido conservar con esmero y cariño, sabiendo que es para el beneficio de todos.
Lo más grave es que las millonarias inversiones que hicieron el gobierno nacional, el departamental y el municipal para optimizar el servicio de acueducto en Aguachica, de nada sirvieron, por el contrario se frustró la esperanza de una comunidad que esperó con confianza la solución de la grave problemática del agua.-
Más de 14 mil millones de pesos quedaron enterrados en el suelo de la ciudad, sin que las famosas obras llegarán a cumplir el propósito esperado por todos. Lo paradójico e inaudito es que los organismos de control y el propio gobierno nacional, ni siquiera se tomaron la molestia de investigar y denunciar a los responsables de ese daño inmenso que se le hizo a los aguachiquenses para que fueran castigados ejemplarmente.El famoso plan de LA REVOLUCIÓN DEL AGUA POTABLE, no pasó de ser otro sofisma más, mientras que lo que si es cierto y real, es el endeudamiento externo del país con el banco Mundial.
Aguachica es un municipio que desde hace mucho tiempo perdió su norte, no tiene líderes, se engaña con el mayor desparpajo a la comunidad con promesas populistas que no se cumplen en ningún momento y esta como borrego sigue dándole el voto a quienes llegan a calentar puestos sin preocuparse para nada del compromiso que adquirieron.
Ahora se ha organizado un movimiento cívico pro desarrollo de Aguachica, para hacerle frente a los abusos de las empresas prestadoras de servicios públicos domiciliarios….. pero ojala que no se quede en aspaviento, en TILÍN TILÁN Y NADA DE PALETAS.
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